El Ayuntamiento anuncia la reforma del degradado eje Calzada del Arroyo-San Dionisio, en torno a un millón de euros con cargo a la ITI, para potenciar el entorno del proyecto hotelero de González Byass y del futuro Museo del Flamenco de Andalucía.
La firma bodeguera jerezana, cuya división enoturística facturó 8 millones en 2016, se alía con las mayores empresas del sector en el país para reforzar a España como referencia internacional en el turismo del vino.
El primer Sherry Hotel del mundo ha iniciado la cuenta atrás para su apertura. Promovido por González Byass, una bodega gestionada por la quinta generación de una «familia de vinos», como la propia enseña se autodefine, el nuevo establecimiento está ideado como un hotel boutique con 28 habitaciones enclavadas en las antiguas casas junto a la bodega, con vistas a la Catedral y al Alcázar de Jerez. La inauguración se ha retrasado un poco ya que, aunque en un primer momento se anunció para finales de 2018, finalmente no se producirá hasta «principios de 2019», según ha confirmado la directora de Enoturismo de González Byass, Beatriz Vergara, en una entrevista en la revista Tapas. «Tenemos unos retornos muy interesantes que nos ayudan a seguir reinvirtiendo en la recuperación de espacios y en ponerlos en valor», asegura Vergara, quien adelanta que el proyecto previsto para 2019 «va a ser un hotel con mucho encanto, súper experiencial, porque vas a estar dentro de la bodega, oliendo el aroma a fino y paseando por las calles emparradas».
Alojarse en este hotel temático en pleno corazón del centro histórico de Jerez, casi como una inmersión plena en la cultura del sherry, será un nuevo elemento dentro de la completa oferta de la bodega más visitada de Europa, hasta la que llegan cada año más de 215.000 visitantes (casi la mitad de ellos extranjeros), y que no solo organiza visitas guiadas a sus instalaciones y viñas —en ocho idiomas y con la incorporación de la realidad aumentada—, sino que también ha impulsado un evento cultural y enogastronómico bajo la marca Tío Pepe Festival. Un ciclo que en 2018 cumplirá cinco ediciones y se desarrollará durante nueve noches de agosto. Solo el año pasado, la división enoturística de la bodega jerezana facturó 8 millones de euros, un 9% más que en 2015, según datos aportados por Vergara a la mencionada publicación.
El enoturismo en España ha crecido un 21% durante 2016, tal y como recogen los datos del informe anual de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) sobre visitas a bodegas asociadas a Rutas del Vino de España. En este boom, precisamente, tienen mucha influencia las Rutas del Vino y del Brandy del Marco de Jerez, las más concurridas del país. En términos globales, el impacto económico generado por las visitas a bodegas y museos del vino adheridos a la red nacional ha aumentado casi un 11% y ya supera los 54 millones de euros de ingresos anuales. Escapadas o estancias más prolongadas, a los turistas les atraen las catedrales del vino, y más si tienen tanta historia como las de Jerez, y ya, además, no se conforman con la visita guiada y la posterior —y obligada— cata. Un hotel temático o hacer yoga en un viña, un buenmaridaje con flamenco, un spa para una exfoliación a base de los polifenoles de la uva… La oferta y las experiencias cada vez son más variadas en torno al turismo del vino. Y Jerez, esta vez, no quiere bajarse de un tren al que parece que se ha subido a tiempo. «El enoturismo supone una
oportunidad única de acercarse al consumidor final. Si la experiencia que tiene en tu bodega es positiva, tienes fidelizado a un cliente para toda la vida», afirma Vergara en su conversación con la revista Tapas.
La Organización Mundial del Turismo cifra en 5 y 10 millones el número de enoturistas movilizados por Francia e Italia, respectivamente, en 2014. La OMT, justamente, ha promovido un prototipo con el Foro de Marcas Renombradas Españolas, entre las que está la bodega jerezana, para mejorar la promoción de nuestro país como destino del vino. Ese tipo de turismo es tendencia pero aún necesita más promoción. El objetivo de este proyecto, Spain through its Wineries (De Bodegas por España), en el que participan nueve grandes grupos bodegueros, es ofrecer al viajero una nueva forma de recorrer España y conocer su estilo de vida a través de las bodegas, que actúan como centro de interpretación del territorio donde están ubicadas.
El Foro cuenta con la participación de cinco de las bodegas más importantes de España, Barbadillo, González-Byass, Grupo Freixenet, Osborne y Pagos del Rey (Grupo Félix Solís), a las que se han incorporado otros socios como son Matarromera, Ramón Bilbao (Grupo Diego Zamora), Terras Gauda y Vivanco, que junto con Innova Taxfree, socio de honor e impulsor del proyecto, forman el núcleo de empresas que lideran un proyecto que pretende aunar esfuerzos para potenciar a España como referencia enoturística internacional. Y es que «el hándicap español fundamental es saber unirnos para ser potentes y vendernos conjuntamente”, argumenta Beatriz Vergara en la referida entrevista. Los objetivos finales de esta agrupación, como recoge en su web, pasan por la sostenibilidad (medioambiental, económica y social), la desestacionalización y el desarrollo rural».
Nueva vida para la puerta de entrada a Intramuros
Consciente del auge del enoturismo y de las oportunidades históricas que representa para la ciudad, el gobierno municipal ha anunciado que acompañará esta inversión con una profunda remodelación del entorno de la calzada del Arroyo. En declaraciones a Radio Jerez, la alcaldesa, Mamen Sánchez, ha avanzado que presentará ante la Junta de Andalucía un proyecto de alrededor de un millón de euros, que deberá ser financiado con los fondos europeos de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), con vistas a reurbanizar y sacar de la degradación actual el eje Calzada del Arroyo-José Luis Díez. Una puerta de entrada clave a intramuros, a partir del Arco del Arroyo —que pretende ser rehabilitado—, que debe revivir con un nuevo impulso comercial y hostelero gracias, entre otras iniciativas, al futuro hotel de González Byass y al Museo del Flamenco de Andalucía, proyectado en el entorno de la plaza Belén.